domingo, febrero 01, 2009

Esta entrada no se titula "Algunos nazis buenos"

No pienso extenderme mucho hablando de “Valkiria”, la nueva película protagonizada por Tom Cruise. Es una cinta técnicamente impecable y bien escrita (salvo algunas aproximaciones a la imaginería nazi sesgadas por la visión actual: a la escena de los niños marcando el paso de la oca me remito), accesible para todo tipo de públicos y rodada con profusión de medios y avances tecnológicos. En otras palabras: correcta. Ése es su gran defecto. Te da únicamente lo que ya puedes suponer de antemano que vas a encontrar: un héroe mártir interpretado por Cruise (frío e inexpresivo como un androide, imposible empatizar con él), unos secundarios desaprovechados (grandes nombres para papeles intrascendentes; sólo el siempre sublime Tom Wilkinson merece mención) y un final conocido de antemano que lastra inevitablemente el conjunto (la historia es la que es, y aunque supongo que sólo Tom Cruise y Chuck Norris podrían haber matado a Hitler, eso es algo que hasta que se descubra la forma de alterar los taquiones no va a suceder).


Al final, “Valkiria” es una película entretenida y bien facturada, pero sin alma. A la medida de Tom Cruise, vamos.

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