miércoles, octubre 07, 2009

Super-tipos

"The Umbrella Academy"


“The Umbrella Academy” se ha convertido en un comic sorprendentemente popular de la noche a la mañana. Entiendo que semejante éxito se debe, principalmente, al empuje comercial asociado al nombre de su guionista: Gerard Way, cantante y letrista del grupo de rock My Chemical Romance.

Reconozco que esto me supuso no pocos prejuicios de cara a su lectura, pero lo cierto es que Way hace en “The Umbrella Academy” un trabajo notable, terriblemente influenciado, eso sí, por el estilo y los tics del guionista Grant Morrison.


El argumento de “Suite apocalíptica”, primera historia del universo de “The Umbrella Academy”, presenta a siete niños con habilidades especiales adoptados por un extravagante científico de dudosa humanidad que los educará para que se conviertan en un supergrupo a su servicio (sean cuales fueran sus intenciones, posiblemente poco altruistas). Pese a que dicho así lo primero que pueda venírsenos a la cabeza sean los archiconocidos mutantes de la franquicia “X-Men”, lo cierto es que “The umbrella academy” bebe directamente de la “Doom Patrol” del mencionado Morrison, llegando por momentos a parecer casi un remake (o ultimatización, como se dice ahora en el mundillo super-heroico) de la misma. La diferencia principal entre ambas obras es que Way (alumno aventajado) no es Morrison (maestro chamán), y lo que en manos del escocés lisérgico podría haberse convertido en todo un recital de experimentación narrativa y complejidad argumental, con Way se queda en una entretenida pero excesivamente autocontenida aventura de acción y fantasía. Lo cual, dicho sea de paso, no está nada mal para tratarse de una miniserie de presentación.


Al dibujo nos encontramos con el también remarcable Gabriel Bá, que a su vez recuerda poderosamente al grafismo de otro grande del comic reciente: Mike Mignola. Bá cumple con nota su cometido y dota de carisma y personalidad a la obra y a sus personajes, elevando varios enteros la calidad del tebeo.


Resulta curioso, por otro lado, que para la edición española la gente de Norma Editorial no sólo haya optado por el formato prestigio (tres números, concretamente) en lugar de un único tomo recopilatorio, sino que hayan prescindido de las estupendas portadas del artista James Jean (posiblemente mi portadista favorito de la última década), sustituyéndolas incomprensiblemente por un montaje de viñetas interiores. Misterios del mundo editorial…


"El inmortal Puño de Hierro"


Con la segunda parte de “Las siete ciudades celestiales” culmina la etapa de los guionistas Ed Brubaker y Matt Fraction y del magnífico dibujante español David Aja a cargo de la nueva serie protagonizada por el otrora super-héroe segundón Puño de Hierro.

“El inmortal Puño de Hierro” no propone nada excesivamente novedoso pero tampoco aspira a ello. Sí consigue, y me atrevería a añadir que brillantemente, crear un trasfondo mitológico de peso que revitalice al personaje y lo sitúe en un status más complejo y abierto que permita a los sucesores de Brubaker y Fraction trabajar con nuevas y mejores herramientas argumentales de cara a un futuro próximo.


La historia cuenta la celebración de un torneo en el que compiten las armas inmortales (campeones de artes marciales) de cada una de las Siete Ciudades Celestiales, una suerte de olimpos del Kung Fu ubicados en planos paralelos de existencia que confluyen en nuestro mundo cada 88 años. Danny Rand, ex Héroe de Alquiler, Vengador novato e íntimo amigo de Matt Murdock/Daredevil y Luke Cage/Powerman, competirá por el honor y la gloria de K'un-Lun, descubriendo de paso lo que realmente significa ostentar el título de Puño de Hierro. Además deberá hacer frente a la amenaza de Hydra, el grupo terrorista de tintes comunistas que ejerce de némesis internacional de la organización S.H.I.E.L.D. (algo así como la C.I.A. del universo Marvel). Todo ello salpicado por continuos flashbacks que nos muestran las andanzas de los Puños de Hierro que antecedieron a Rand.


Narrativamente la serie se sitúa bastante por encima de la media de tebeos super-heroicos actuales y contiene unas cuantas planchas para el recuerdo, pero por desgracia a medida que avanza la numeración de la colección la presencia de Aja se va reduciendo al tiempo que otros dibujantes de menor categoría van cubriendo sus ausencias. Una pena, porque si todos los capítulos contasen con el dibujo atmosférico del español, “El inmortal Puño de Hierro” bien podría convertirse en el tebeo Marvel del año (con permiso de “El viejo Logan”, claro).


Total, que no pasará a la historia como una revolución del 9º arte pero cumple sobradamente con sus objetivos: divertir, divertir y divertir.


"Powers: Para Siempre"

Antes de echarse a perder con sus (supuestamente) revolucionarias ideas para las series vertebrales del universo Marvel (básicamente todas aquellas que implican a los Vengadores), Brian Michael Bendis se convirtió en una de las más deslumbrantes promesas del comic americano gracias a tres tebeos: “Torso”, una obra de género negro protagonizada por Eliott Ness tras haber encarcelado a Capone; “Alias”, que dio el pistoletazo de salida al sello Max, la división para adultos de Marvel Comics, y “Powers”, publicada al amparo de la editorial Image y que seguía el día a día de los detectives de homicidios Christian Walker y Deena Pilgrim en una ciudad plagada de super-héroes.


De las tres series, “Powers” fue desde el primer momento mi favorita. El hecho de que Bendis poseyera total libertad creativa le permitió llegar mucho más lejos de lo que ninguna de las dos grandes editoriales de super-héroes (Marvel y DC) jamás le hubieran permitido, ofreciendo una imagen glamurosa, hipócrita y fascinante de la comunidad super-heroica. Pese a que Bendis ha resultado ser un guionista mejor dotado para los planteamientos que para las resoluciones de las tramas, en “Powers” dio lo mejor de sí mismo y lo rubricó, además, con unos diálogos que se encuentran entre los más divertidos de su ya dilatada carrera. Además, la serie encontró en el grafismo del dibujante Michael Avon Oeming (efectivo, pese a sus limitaciones) una seña de identidad que se mantuvo constante a lo largo de los seis tomos recopilatorios que Planeta de Agostini publicó durante un tiempo en nuestro país.

Luego, para mi desgracia, se produjo un larguísimo silencio en la edición española, motivado por el cambio de patrones en la edición original (Bendis firmó un contrato en exclusiva con Marvel y se llevó la cabecera a su nuevo hogar editorial) y la pérdida de los derechos de publicación de Marvel en nuestro país por Planeta, en beneficio de Panini.


Es la casa italiana con más proyección internacional la que ahora, tanto tiempo después, nos trae por fin la continuación de “Powers” con el tomo “Para siempre”, que tiene además la particularidad de abandonar el contexto actual y urbano que hasta la fecha había sido la tónica de la colección para remontarse hasta el albor de la humanidad y desde allí hacer un recorrido histórico por la evolución de los seres super-poderosos.

Resulta bastante conveniente que sea éste el primer volumen publicado por Panini, pues prácticamente puede leerse como un inicio de temporada (si entendemos todo lo publicado por Planeta como un mismo bloque argumental) que permitirá a nuevos lectores incorporarse a la historia sin demasiados problemas. “Para siempre” es una lectura autoexplicativa, con su principio y su final, para la cual no hace falta conocer demasiado sobre los personajes y sus vivencias pasadas, salvo un par de referencias al primer arco argumental de la serie, aquel titulado “¿Quién mató a Retro Girl?”.


Entrando en valoraciones cualitativas, y teniendo en cuenta que el Bendis de la continuidad Marvel ha ido degenerando en los últimos años hasta convertirse en un auténtico mercenario, resulta gratificante comprobar que en su propia creación no se ha dejado contaminar por el resto de su actual producción, manteniendo la misma frescura y atrevimiento (y no me refiero al hecho de mostrar violencia y sexo explícitos) en las tramas y los diálogos que hicieron de la serie una de mis lecturas mainstream favoritas.

Oeming sigue en su línea, aportando personalidad con su trazo cartoon y resolviendo la papeleta de forma digna, pese a que sus soluciones narrativas no sean siempre tan redondas como pareciera querer demostrarnos (el número mudo protagonizado por los primates no consigue deshacerse, por momentos, de una cierta ilegibilidad visual).

De todos modos es lícito afirmar que “Powers” ha regresado con fuerza al mercado español y que vuelve a ser, desde ya mismo, una compra segura para todos los que busquen savia nueva dentro del género super-heroico.

2 comentarios:

charlie furilo dijo...

Coincido plenamente contigo en la comparación de "Umbrella Academy" y la "Doom Patrol" de Morrison, y en el paralelismo Ba/Mignola. Es una serie bastante entretenida, la verdad. Por otra parte, imperdonable lo de las portadas de James Jean....

Y me alegra saber que Bendis mantiene el nivel de "Powers" (yo también tenía mis dudas tras su irregular (y en ocasiones mediocre) paso por Marvel). Espero tenerlo en mis manos esta semanita. Ha sido una larga espera y le tengo ganas a la serie.

Jero Piñeiro dijo...

Que yo sepa, en EE.UU. ya se ha publicado al menos otra miniserie de "The Umbrella Academy", así que supongo que pronto la veremos por estos lares. Espero que esta vez sea en tomo y con las portadas originales...

Lo único malo del tomo de "Powers" es su precio: ¡25 eurazos por 8 números! El de "100 balas" cuesta 20 € y trae 12.