jueves, marzo 17, 2011

A tope de power

"(…)
There's whispering in the wind
Just let me out of here
There is no way
There's no end
While all the suffering goes on
All that I know
Is that I'm not insane
It's not oveeeeeeEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEER!”


No soy eso que los hipertrofiados muchachos de Manowar denominarían un “hermano del metal”. En terreno metalero, y a excepción de mis admirados Metallica, soy más de picotear cosas sueltas que de afiliarme de por vida a una banda o un estilo concretos. Dentro de los propios subgéneros del ramo, el power metal no es tampoco mi primera opción. Ni la segunda, vaya. Lo cual no fue óbice, en su momento, para que servidor se acercase al tremebundo “A night at the opera” de Blind Guardian para descubrir una instrumentación megalomaníaca, unos coros exageradamente épicos, unas letras ligeramente risibles (aunque harto disfrutables si uno tiene poluciones nocturnas rememorando los textos de Tolkien o George R. R. Martin) y, sobre todo, unas canciones estupendas. Porque, sin ánimo alguno de exagerar, “And then there was silence” bien pudiera ser la equivalente metalera, ella solita, de aquella fascinante Cara B del “Queen II” (de Queen, claro).

Escuché mucho aquel “A night at the opera” en los meses inmediatamente posteriores a su publicación (en el año 2002) y aún hoy sigo pensando que es uno de los discos más redondos de la pasada década, independientemente de géneros y latitudes. Por eso me sentí desencantado con Blind Guardian cuando cuatro años después editaron el descafeinado “A twist in the myth” y decidí perderle el rastro a la banda, suponiendo que jamás repetirían la hazaña de su esfuerzo anterior. Hete aquí que a mediados de 2010 los germanos sacaron un nuevo álbum de estudio titulado “At the edge of time”, continuación en toda regla de “A night at the opera”, y que con él han vuelto a captar mi atención. Al escucharlo, ya desde la obertura del disco con “Sacred worlds” (cuyos versos encabezan esta entrada, y que empieza como el “Duel of fates” de John Williams, sigue como la versión del “S&M” de “The call of Ktulu” y finalmente se instala en terreno puramente power), servidor se deja llevar por la wagneriana imaginería nórdica y el fragor de batallas imposibles protagonizadas por elfos y dragones, y disfruta como un crío con tanto exceso instrumental, tantas capas superpuestas de voces y tanta fantasía heroica de baratillo. Si me apuráis, puede que incluso desvaríe en sueños con un alegre botellón a las puertas de Moria (antes de la caída de Moria, claro), rodeado de enanos que fuman hierba de la Comarca (mientras alguno prepara el pan de lembas para cuando le entre el bajón) al tiempo que todos cantan, medio curdas por el hidromiel, la céltica “Curse my name”.

Y, aunque haya aún unos cuantos libros situados más arriba en mi Torre de Lecturas Pendientes (léase con voz de ultratumba), confieso que el subidón heroico-mitológico de “At the edge of time” me ha enajenado lo suficiente como para tomar de forma irreflexiva una decisión sin vuelta de hoja: esta noche empiezo a leer “Juego de tronos”.

(Hay que ver, eso sí, qué rematadamente horteras son, por norma general, las portadas de los discos de power metal...)

4 comentarios:

tenenbaum dijo...

Este me lo recomendaste creo recordar de cara a la lista de 2002. Lo tendré en cuenta. Creo que el "Imaginations On the Other Side" también está muy bien. Yo es que he pasado por todo tipo de épocas metaleras y nu-metaleras y aún conservo una camiseta de Demons & Wizards (el proyecto de uno de Blind Guardian con uno de Helloween, si no me equivoco). A mí también me sorprendió el "In Silence" de Sonata Arctica y el "Images and Words" de Dream Theater (aunque eso ya deriva hacia el metal progresivo). Cuanta razón tienes en lo de las portadas de los discos de metal...

Anónimo dijo...

TIENES QUE LEER A ALDOUS HUXLEY-TENGO COMICS A PORRILLO.MAKOKIS,VIBORAS REVISTAS DESDE 1982,VINILOS DESDE 1980 ETC...ANIMO CON TUS ILUSIONES

Anónimo dijo...

Aunque yo nunca aprecié a estos tíos, me has transportado a otras épocas, ....Lync

Jero Piñeiro dijo...

Tenenbaum: sí, sí, escúchate el "A night at the opera" para lo de 2002. Para mí es un fijo inamovible. Yo más que épocas por género, siempre he sido de épocas por grupo: me paso semanas dándole escuchas a los discos (a veces sólo a uno, a veces a varios) del mismo artista. Es como un trabajo de Stanlislavsky, jejeje. Ahora estoy enganchadísimo a Bowie, a sus discos de los 70 (desde "The man who sold the world" hasta "Lodge"). De power metal, como ya digo en la entrada, conozco más bien poco y lo poco que conozco, Blind Guardian aparte, no me seduce demasiado. De hecho este "At the edge of time" no creo que sea de esos discos que se queden grabados a fuego en mi memoria, pero para un par de semanas de diversión épica se presta la mar de bien. El "Imaginations..." lo escuché hace tiempo de pasada pero no profundicé demasiado. Quizás cuando se termine mi etapa Bowie, jajaja...

Anónimo: no tengo muy claro si tu comentario es spam, si eres un vendedor de mercadillo (en ese caso te recomendaría que no firmases como anónimo) o si quieres darme envidia con tus posesiones, pero gracias por comentar... De Aldous Huxley he leído "Un mundo feliz" y me gustó mucho. Gracias por los ánimos. Suerte a ti también con las tuyas...

Lync: ¿épocas universitarias? ¿adolescentes? ;) Un abrazo