jueves, mayo 19, 2011

Sol, árboles, luna y mar

“(...)
The sun, the trees, the moon, the sea
The clouds above hang over me
(…)”


Una jovencísima Lourdes Hernández dio el campanazo en 2008 bajo el alias artístico de Russian Red con un primer disco, “I love your glasses”, que actuaba de continente para un par (o tres) de canciones tan tarareables como melancólicamente ensoñadoras. Le llovieron críticas entusiastas, se convirtió en la nueva musa del folk patrio y luego cayó en desgracia para el sector hipster por ser demasiado guapa para parecer una cantautora honesta, por cantar en un inglés algo macarrónico que sólo se entiende con las letras a mano, por ceder sus melodías para acompañar mensajes publicitarios y por salirse del endogámico reducto de lo indie. Por triunfar, en una palabra, que es una cosa muy mal vista en nuestro país.

Russian Red vuelve ahora con “Fuerteventura”, peligroso segundo disco (los segundos discos siempre son peligrosos) que resuelve la papeleta con una primera mitad luminosa, divertida, elegante y terriblemente naïf en su parte lírica, personificada en dos singles (el primero ya lo es, el segundo sin duda lo será) como “I hate you but I love you” y “The sun, the trees” (al que pertenecen los versos que abren esta entrada) a los que resulta complicado poner algún pero.

Los cortes que conforman la segunda mitad del álbum, sin embargo, se revelan demasiado homogéneos (entre sí y respecto al disco de debut), reduciendo el entusiasmo despertado en los primeros compases del LP. Pese a todo, la mejoría en las labores de producción es tan obvia y el intento de no repetir a pies juntillas las fórmulas del éxito precedente tan apreciable, que uno le perdona a la aniñada Lourdes este desequilibrio que, esperemos, se solvente en próximos esfuerzos.

Y si no, qué remedio, nos conformaremos alegremente con un “grandes éxitos” que, a tres o cuatro grandes canciones por cada nuevo disco de estudio, se promete una auténtica delicia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

deliciosa Russian Red .
podria ser nuestra Norah Jones

Night Rider dijo...

Lo siento, es una manía probablemente adquirida después de sufrir durante toda la década de los noventa nombres (y canciones) de grupos como Australian Blonde o Deviot (¿qué carajo quiere decir "deviot"?), pero el nombre me predispone: ¿por qué "Russian Red"? ¿No se podía llamar, simplemente, Lourdes Hernández?
(Bueno, y me gustó mucho el post, claro; es es lo que iba a comentar en principio.)

Jero Piñeiro dijo...

Anónimo: yo la veo más como nuestra Feist, con un deje a Joanna Newsom en la voz. Pero Norah Jones tampoco me parece un mal referente...

Night Rider: está claro que los seudónimos tienen cierto tirón comercial. Sting, Elton John o Nino Bravo suenan bastante mejor que Gordon Summer, Reginald Kenneth Dwight o Luis Manuel Ferri Llopis... Russian Red, con su aliteración de la "R", es más vendible que Lourdes Hernández, que podría ser cualquiera, cantautora indie-folk o estanquera (sin menospreciar a las estanqueras, ojo; lo que pasa es que no suelen ser portada de la "Rolling Stone"). Por otro lado, tampoco es que sea un nombre inventado que no signifique nada de nada, y a ese color de pintalabios se le llama igual aquí que en Rusia, con lo cual adquiere un carácter bastante internacional (y exportable, que es otra de las oportunidades que le brinda a Lourdes cantar en pitinglish). Pero, volviendo a lo realmente importante: me alegro de que te gustase la entrada. Muchas gracias por el elogio :)

PD: dudo mucho que "deviot" signifique algo. Hacía años que no recordaba que existía un grupo con ese nombre. Eran los de aquel anuncio de Pepsi, ¿no? Sus 15 minutos de fama fueron solamente 1...