miércoles, noviembre 28, 2012

Los universos paralelos de Jeff Smith

"Deep inside of a parallel universe
It's getting harder and harder to tell
What came first
(...)"

"Parallel universe", Red Hot Chili Peppers



Con la publicación de “Bone”, una extensa saga que combinaba con inesperado acierto los lugares comunes de la fantasía heroica con el tono cándido de las tiras de prensa protagonizadas por animalitos parlantes, Jeff Smith pasó de auténtico desconocido a autor de culto, primero, y de masas, después. 10 premios Eisner y 11 premios Harvey confirman el reconocimiento que la propia industria estadounidense ha otorgado a ese improbable cruce entre “Pogo” y “El Señor de los Anillos”, al tiempo que los más de 6 millones de ejemplares vendidos solamente en Norteamérica lo ubican en la categoría de best-seller indiscutible. En total fueron 55 números aparecidos originalmente entre 1991 y 2004 y reeditados una docena de veces desde entonces, amén de numerosas traducciones a diferentes idiomas (entre ellos el castellano, primero de la mano de Dude y después de Astiberri).



Tras la publicación en 2007 de una amena miniserie de cuatro números centrada en los orígenes del Capitán Marvel de Fawcett Comics/DC Comics (“Shazam!: La monstruosa sociedad del mal”), Smith emprendería un nuevo proyecto personal auto-editado a través de su compañía Cartoon Books e instalado en un tono radicalmente distinto: "RASL".


“RASL” apareció serializada en EE.UU. entre febrero de 2008 y agosto de 2012 en 15 comic-books en blanco y negro, y culmina ahora su edición española con el segundo volumen recopilatorio editado por Astiberri. El comic narra la odisea de un ladrón de arte interdimensional inmerso en una conspiración que nace de las investigaciones del controvertido científico histórico Nikola Tesla. Pese a mantener su característico estilo visual de trazo cartoon, Smith aborda el proyecto como una obra pensada para lectores adultos que podría perfectamente encajar por temática y sensibilidad tanto en el sello Vertigo de DC Comics como en la renovada (y más fructífera que nunca) editorial Image. Se trata de un agradecido soplo de aire fresco, tanto para el artista como para el lector, que permite conocer una faceta diferente en la obra del dibujante y guionista de Pennsylvania.


Con una composición de página clásica y un dominio absoluto del blanco y negro, Smith arriesga más en “RASL” en términos de guión de lo que lo había hecho en sus anteriores trabajos (motivado posiblemente por esta naturaleza más adulta del relato) e introduce constantes flashbacks, elipsis temporales y metáforas visuales que ayudan a plasmar el entramado de realidades paralelas en el que se mueven los personajes. De todos modos, pese a las infinitas complicaciones narrativas que podrían deducirse de su punto de partida, el autor mantiene el argumento de “RASL” dentro de unos niveles bastante asequibles de enmarañamiento multiversal, prefiriendo explorar la personalidad de su protagonista y las implicaciones dramáticas de sus actos antes que perderse en uno de esos laberínticos puzzles de realidades superpuestas que tanto gustan a escritores como Bryan Talbot (“Las aventuras de Luther Arkwright”) o Grant Morrison (“Los Invisibles”). Lo cual no quiere decir que “RASL” sea un tebeo predecible o falto de inventiva, desde luego. Simplemente propone una historia de acción, romance y ciencia-ficción que se siente cómoda sin querer aparentar más de lo que realmente es, de un modo similar a la película “Looper” de Rian Johnson (por poner un ejemplo reciente igualmente satisfactorio).


Al final, pese a sus manifiestas diferencias entre unos títulos y otros, existe una identidad común que vertebra toda la producción de Jeff Smith hasta la fecha, y que proviene de la búsqueda de una forma de entretenimiento de corte clásico, de sentido primigenio de la aventura y el drama, por encima del barroquismo formal o de las ansias de experimentación argumental. “RASL” es una obra de evasión pura y dura, sólidamente desarrollada en términos de guión y estupendamente dibujada, que no cambiará la vida de nadie pero que tampoco lo pretende. Ojalá todos los tebeos de acción y fantasía provenientes de los EE.UU. resultasen al menos tan interesantes como éste.

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